Corría el año de 1966. Habiendo solamente en la capital, Managua, dos iglesias Adventistas: una donde fue la Shell "Las casas" y una en el barrio "El Paraisito" . Reunidos los siguientes hermanos: Julia Tórrez, Luís Montiel, Maria de la Cruz Montiel, su esposa, Francisco López, la hermana Dulce Vindell, el hermano Julián González y el hermano Gabriel Molina, estaban debajo de un arbolito de limón agrio; allí se hacían las reuniones de estudio, allí empezaron a hacer planes para la Obra del Señor y buscar estudios bíblicos. Mas tarde se busco una casa o local para reunirse, empezando a hacerlo solamente los días sábados por la tarde y de allí salían a visitar. La primera casa que se utilizo como iglesia fue la de la hermana Maria de la Cruz Montiel, ella desocupo su salita y puso una cortina a la mitad de la casa y pinto; así la mitad la ocupaba ella y la otra para reunirnos los días de culto. Cuando estaban allí, se hacían los cultos solamente los días domingos y miércoles, pues los sábados se iban para la iglesia del Paraisito.
Allí se les agregaron: el hermano Timoteo, el hermano Gonzalo Mayorga y su esposa, la hermana Aidalina Martínez de Mayorga y la hermana Corita Mejía, esposa del hermano Francisco López.
Un día decidieron hacer los cultos también los sábados, y desde ese día se hacen los cultos correspondientes a domingo miércoles y sábados. Luego pasaron una temporada como de un año en la casa de la hermana Montiel y después se iban donde el hermano Gabriel Molina. Allí estuvieron poco tiempo, pues luego regresaron donde la hermana Dulce Vindell, allí ella nos dio una parte de su casa para congregarse por un tiempo como de año y medio. Ya el grupo era más o menos como de quince hermanos, sin tomar en cuenta a los niños que eran como nueve. Después salieron de allí, de ese local, y se fueron de nuevo donde la hermana Montiel. Allí dilato el grupo como tres años y medio. Ya no eran quince, sino como veintidós adultos mas los niños. Ya no podían estar en una casa, tenían que buscar un local para la iglesia, pues ya eran más de treinta con los niños.
Entonces buscaron el lugar llamado "El Palomar o Casa de alto". Allí se organizo la Escuela Sabática. Se hizo un roll de predicación, se convocaron Juntas de Iglesia y se propuso por nombramiento dos ancianos, un diacono y una diaconisa, un director de escuela sabática, director de obra misionera y se organizo la iglesia lo mejor que pudieron. Era tanto la ofrenda que se recogía, que la escuela sabática, la regalaban a todos los miembros y visitas. Allí pidieron a la Misión que les enviara un Pastor directamente para San Judas. Durante todo este tiempo se entrego los diezmos a la Misión Adventista. El pastor de ese tiempo se llamaba Jacinto Isco, de origen guatemalteco, fallecido en el año 2001. Allí en ese lugar, "El Aposento Alto", como cariñosamente le llamaban los vecinos en ese lugar.
Dilataron más o menos unos siete años. Allí crecieron se hicieron mayores en numero. Se hicieron varias campañas para gloria de Dios; una campaña la hicieron donde ahora es la terminal de la ruta 123 una cuadra arriba, alquilando un local. La Misión les proporciono: 50 Biblias, 200 Fe de Jesús y 200 Amigo de los Niños y folletos, también les dieron 300 sillas plegadizas.
La segunda campaña la hicieron donde el hermano Julián González, allí en esas dos campañas, se les agregaron al grupo catorce hermanos, sin contar como once alumnos nuevos, es decir veinticinco, para la gloria de Dios. Los hermanos que se agregaron al grupo en ese tiempo fueron: la Familia Centeno, Irene, su esposo y dos niños, La Familia Murillo, Leonor, Mercedes, Antonia, Blanca, David, Meyling; La Familia Tórrez Siú, Alicia, Julia y Manuel Vargas.
Después se hizo una tercera campaña en el barrio Camilo Ortega, Del monumento 5 cuadras al sur. El primer anciano era el hermano Gonzalo Mayorga quien llevo la conferencia.
Se hizo luego una campaña en la comarca Pochocuape, del colegio Inmaculada 2 cuadras al sur, participando el hermano Luís Carrero. Estos últimos dos esfuerzos evangelísticos dieron como resultados que se agregaran 15 hermanos a la iglesia, por voluntad de Dios; entre ellos, la Familia Guzmán, Wilfredo, Sandra, Jorge, Josecito; la Familia Muñoz, Agustín, hermana Chilo y Daniel hoy es doctor, la familia López, Francisco, Cora, Chepita, Zoila, Alba Luz, y Esterlina.
Para ese tiempo se agrego a la iglesia gracias al trabajo misionero, la hermana Alba Luz Canales, quien ha sido de mucha utilidad en la obra. Otros hermanos que fueron y han sido muy valiosos son: Mercedes Murillo, difunta; Julián González, Julio Centeno, Blanca Murillo, Francisco López y Alicia Tórrez, entre otros.
En ese tiempo se trabajaba en la obra misionera hasta altas horas de la noche y la iglesia ha esas alturas era ya un grupo grande. El terremoto de 1972, saco al grupo de "El Palomar" o "Aposento Alto" donde se alquilaba, cuando regresaron la casa ya estaba alquilada.
El hermano Víctor Sánchez, presto una casa para que la iglesia se reuniera allí. Estando allí se agregaron siete almas para Dios en un bautismo en Jinotepe, también se agrego la Familia Lara con excepción del hermano Alberto Lara y su esposa, que ya eran bautizados.
Ni el terremoto del 72 ni la guerra del 78 hicieron parar la obra, ya que era Dios mismo quien la sostenía.
Los hermanos Agustín Muñoz, Alberto Lara y Francisco López eran los encargados de buscar un lugar o terreno para establecer por fin la iglesia. El hermano Francisco Sánchez compro dos sillas para la plataforma, también habia regalado el pulpito y dos sillas de hierro que a la fecha aun se utilizan en la iglesia.
Estando la iglesia en casa del hermano Víctor Sánchez, el hermano Alberto Lara consiguió el terreno, para terminar el peregrinaje de casa en casa y establecerse en un solo lugar. Cuando se dio la noticia a la iglesia, los hermanos se pusieron de pie y alabaron a Dios, agradeciéndole por su bondad. Ese mismo día, fueron dadas las llaves y empezaron a trasladarse.
Unos hermanos llevaban las sillas, otros cargaban con el pulpito, otros con la mesa de santa cena, las sillas del pulpito, cortinas, manteles y todo lo que se tenía en la iglesia. Que alegría para aquellas personas el tener un lugar propio para adorar. El terreno quedaba ubicado donde anteriormente era una gallera, ubicada en el barrio Villa Roma, y desde ese tiempo ha sido el que ha caracterizado a la Iglesia Adventista.
Había varios cuartitos, Se reunían en un cuarto grande para el culto, mientras los niños recibían su clase en el amplio patio, en sus distintas clases. Tras varios esfuerzos de hacer un templo grande para las reuniones, solo se conseguía empezar pero no se acababa la obra. En el año 2000 una gran bendición vino sobre la iglesia, el grupo MARANATHA vino y construyo el templo que se necesitaba. Ya acabado, hermanos cooperaron para embellecer el atrio y sembrar arbolitos y plantitas.
Como hemos visto muchas han sido las bendiciones que el Señor ha derramado sobre su pueblo. Muchos hermanos que no han sido mencionados, han sido valiosísimos en el avance de la obra de Cristo en este sector. La iglesia de San Judas ha sido alimentada y protegida por el Señor, de ella han salido nuevos grupos como Mirna Ugarte, Hialleah, Mahanain, Eben-Ezer, Peniel quienes ahora están establecidas como iglesias.
Gracias damos a Dios por su cuidado, por su paciencia y su compañía a nuestro lado!!