El Señor tiene una obra para las mujeres
El Señor tiene una obra tanto para las mujeres como para los hombres. Ellas pueden ocupar sus lugares en la obra de Dios en esta crisis y él trabajará por medio de ellas. Si están imbuidas con el sentido de su deber y trabajan bajo la influencia del Espíritu Santo, tendrán precisamente el dominio propio que se requiere para este tiempo. El Salvador reflejará sobre estas abnegadas mujeres la luz de su semblante y les dará un poder que sobrepuje al de los hombres. Pueden hacer en las familias una obra que los hombres no pueden hacer, una obra que llega hasta la vida íntima. Pueden acercarse al corazón de aquellas personas a las cuales los hombres no pueden llegar. Se necesita su obra (Review and Herald, 26-8-1902)